Análisis y aplicación sobre los modelos de comportamiento electoral

Análisis y aplicación sobre los modelos de comportamiento electoral

En lo cognitivo-basado en percepciones- el elector tomó su decisión en base a la imagen que se ha formada de una realidad simbólica, que se ha creado en relación al actor político y sumado a elementos afectivos, por existencia de conocimientos, experiencias y cualidades personales del candidato. Todo esto crea una actitud del votante influenciado por quienes le rodean, frente al actor político que la expresa en las urnas. Sin embargo, los ciudadanos en función de su percepción según la buena o mala situación que atraviesan, pierden rápidamente la perspectiva histórica, y exigen soluciones inmediatas a problemas profundos. Y los medios de comunicación colaboran en los votantes crear una opinión, la cual incide en su voto.

Aunque los votantes racionales tamizan los beneficios a través de diverso criterios, no logran llegar a conseguir una medición objetiva de lo que conseguirán si llega a gobernar el candidato elegido, lo que resulta en una racionalidad subjetiva de su elección, que se ve afectada por la voluntad de que cumpla las promesas el candidato que resultó elegido.

Los modelos de comportamiento electoral son herramientas teóricas para explicar conductas electorales, pues los seres humanos no actúan únicamente por pertenecer a un grupo social, sino también cuenta la simpatía hacia un actor electoral, imagen del candidato, beneficios que obtendrá, así como la evaluación de quien en ese momento los gobierna.

La sociedad moderna se mueve apresuradamente en los cambios que atraviesa, pronto están por darse nuevas pautas en el comportamiento electoral –racional y espacial-. Esto, debido a la facilidad de informarse on line.  Además, el votante, en aquellos asuntos que realmente le importan, seguramente se volcará no solo a dar su voto como mecanismo de expresión –grupo social y beneficio personal–, sino como mecanismos de control del poder político, sin miedo a la estabilidad y más libérrimo e irreverente, a los modelos de Columbia y Michigan, tal vez, en beneficio de la comunidad. Y para eso, las redes sociales e internet están jugando un papel protagónico.

Por: Fabricio Betancourt